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Kursk – La columna fantasma del mayor Bäke

02 Dic

Como Nathrill ya sabe, he descubierto recientemente al pinazo de Franz Bake. Lo hice al trastear con listas que tuviesen Gebirgsjagers y encontré la curiosa lista del Kampfgruppe Bake del Grey Wolf, gatos gordos con Gebirgs… y me sedujo enseguida, así que me puse a indagar cosillas sobre el tal Bake ese. Aquí tenéis una de esas curiosas historias.

Kursk – La columna fantasma del mayor Bäke

Hoy nos vamos al Frente del Este. En plena batalla de Kursk una columna fantasma alemana con un T-34 capturado en cabeza se cuela en las líneas soviéticas con la intención de establecer una cabeza de puente. Asombrosamente, a la luz de la luna, la formación transita impasible junto a multitud de unidades soviéticas sin ser detectada.

T-34 con marcas identificativas alemanas

Es 12 de Julio de 1943 y se está librando la batalla de Projorovka. El mando alemán está preocupado. Las noticias que llegan del norte del saliente de Kursk no son buenas: los rusos han lanzado una fuerte ofensiva en el sector de Orel a retaguardia del 9º Ejército, logrando una importante infiltración en la zona del II Cuerpo Panzer. Todas las esperanzas se ponen en un ataque de flanco desde el sur que deberá ser llevado a cabo por la Agrupación Kempf, que progresando hacia el norte, deberá cruzar el río Donetz con su III Cuerpo Panzer a la altura de la localidad de Rshavets.

Situación al sur del saliente

La 6ª División Panzer se hallaba apenas a unos 12 km de Rshavets y los jefes de su 11º Regimiento se encontraban analizando la proposición del comandante Franz Bäke, que era partidario de dar un golpe de mano esa misma noche a fin de apoderarse de la localidad y establecer una cabeza de puente al otro lado del Donetz.. El coronel Von Oppeln-Bronikowski dio su conformidad y Bäke partió con su 2ª Sección del 11º Regimiento Panzer y con el 2º Batallón de vehículos blindados del 114º Regimiento de granaderos acorazados. Abría la marcha Bäke en un T-34 capturado con objeto de confundir al enemigo en las sombras de la noche. No se debía hacer uso de la radio, hablar o disparar. Los hombres debían sentarse sobre los carros fumando plácidamente sus cigarrillos, a la manera acostumbrada. Pronto estuvieron tras las líneas enemigas, pasando muy cerca de baterías antitanques y órganos de Stalin.

Franz Bäke

Los rusos no se movieron siquiera ante el paso de la columna. Una unidad de infantería pasó junto a los alemanes y afortunadamente a ningún soldado ruso le dió por subirse a uno de los tanques. Tras haber recorrido 10 km el T-34 se paró y fue sacado de la carretera ante la mirada curiosa del enemigo. Finalmente la tripulación de Bäke logró ponerlo en marcha y la columna siguió su camino. Pronto aparecieron ante sí las primeras casas de Rshavets y los primeros carros soviéticos. Tenían abiertas las escotillas y las tripulaciones dormían sobre la hierba. De pronto, el carro de vanguardia informa de que se aproximan 22 T-34, que comienzan a desfilar por el lado de los alemanes. Tras pasar, la última media docena de tanques rusos decide volver grupas. Deben haber visto algo extraño. Bäke, que estaba ahora en el carro de mando tipo III dejó que la columna alemana siguiera adelante y cruzó su vehículo en la carretera con un cañón simulado de madera.

Panzer III

Siete T-34 se situaron en semicírculo a unos 20 metros de distancia apuntando con los cañones. Bäke no podía permitir que la operación se fuera al traste en el último minuto, había que hacer algo. Saltó de su tanque acompañado de su ayudante y se montaron en el vehículo blindado del sargento Dehen que aguardaba la orden de fuego a discreción. Cuatro T-34 fueron puestos fuera de combate en sucesión. No tardó en desencadenarse el infierno. Los rusos lanzaron bengalas. Los tanques y vehículos de Bäke siguieron adelante, los zapadores tomaron una bartería al asalto. Desde el río llegaba el sordo estampido de las detonaciones. ¡El puente!

Marcas de identificación usadas por la 6ª División Panzer

La única estructura que cruzaba el río acababa de ser volada. Los zapadores y granaderos lograron llegar a la orilla opuesta gracias a un pontón ruso, estableciendo una cabeza de puente. Al amanecer, el grupo de Bäke se había instalado sólidamente en la ribera norte del Donetz. Pronto llegaría el 1º Batallón del 114º Regimiento de granaderos acorazados y al caer la tarde del 12 de julio llegó el grupo de asalto Horst, de la 9º Divisón Panzer. Los rusos quedaron tan perplejos de ver al adverasrio a las puertas de Rshavets que fueron incapaces de organizar la resistencia.

Bäke, con uniforme negro de tanquista a la derecha en la ceremonia de recepción de las hojas de roble para su cruz de caballero el 15 de septiembre de 1943.

El 13 de julio las 6ª, 7ª y 19ª Divisiones Panzer presionaban desde la cabeza de puente en dirección a Projorovka. Poco después se suspendían todas las operaciones tras el desembarco aliado en Sicilia.

Tomado de “Tierra calcinada”, Paul Carell

 
2 comentarios

Publicado por en 2 diciembre, 2015 en Blog, trasfondo

 

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2 Respuestas a “Kursk – La columna fantasma del mayor Bäke

  1. Nathrill

    2 diciembre, 2015 at 12:09

    Que crack el tio Bake, vaya huevos hay que tener para atravesar las lineas rusas como Pedro por su casa, ja ja ja.

    Hay una historia parecida en Dunkerke, aunque con el detalle de la inconsciencia de lo que hacian:
    «Leslie Jenkinson, quien, después de seguir al camión que le precedía, cerrando durante toda la noche la marcha de una columna de transporte, distinguió a la luz del nuevo amanecer, con el sobresalto consiguiente, que el vehículo que llevaba delante no era un camión, sino un tanque que lucía la esvástica alemana.»

     
    • mcguntor

      2 diciembre, 2015 at 14:37

      Una historia seguro tan molona como esta… voy a seguir investigando XD. Pinazo Bake al ataquerl!

       

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